“La inflamación aguda es la respuesta protectora temprana de los tejidos locales y sus vasos sanguíneos, y es fundamental para la restauración de la homeostasis del tejido”
Porth. Fisiopatología: Alteraciones de la Salud, Conceptos Básicos.
Tommie L. Norris, Editorial wolters kluwer, 2019, p. 225.
1ER PASO:
Tener fe y confianza en Dios. Leer y comprender el Evangelio de Jesús. Comprender que la inflamación es un mecanismo de curación. Todas las enfermedades o desequilibrios son mecanismos compensatorios a auto-agresiones que estamos cometiendo en la vida.
“Pero buscad primero el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas (necesidades básicas para la vida) os serán añadidas. Por lo tanto, no os preocupéis por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo. Bástele a cada día sus propios problemas.”
– Mateo 6:33 y 34
2DO PASO:
Comprender que lo que se conoce como enfermedad en realidad es nuestra aliada, ya que simplemente es un mecanismo necesario para que nuestras células sobrevivan en un entorno hostil (por llevar un mal estilo de vida). Por esta razón, el paso más importante es realizar un cambio radical de vida.
“Nadie muere de cáncer (ya que este es un protector a un entorno hostil, producido por la falta de fe verdadera), en realidad mueren acidificados, debido al miedo creado por el fraude de la industria farmacéutica”.
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3ER PASO:
Terapias para autoconocerte emocionalmente, tales como la Auto-Kinesiología Emocional Múdrica y la Terapia Regresiva Reconstructiva (TRR).
“Las manos tienen una conexión muy estrecha con la actividad cerebral, activar el flujo sanguíneo en las manos activa a su vez el flujo sanguíneo cerebral, logrando incrementar la energía y lucidez en general.”
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La Terapia Regresiva Reconstructiva es una herramienta muy útil para comprender mejor nuestras emociones y pensamientos.
4TO PASO:
Drenar las toxinas acumuladas por el mal estilo de vida y neutralizar los radicales libres generados por preocupaciones o enojos excesivos.
¿Cómo se logra esto?
- Terapias para drenaje de toxinas: hidroterapia (aguas termales), laserterapia, electromagnetismo, electro-acupuntura, biomagnetismo, masaje drenaje linfático, alineación de columna.
- Enemas de café orgánico.
- Hierbas medicinales: jugo de agave, bardana, diente de león, cardo mariano, muérdago, alcachofera, cola de caballo, tepezcohuite, hierba del sapo, cuachalalate, petiveria, alfalfa, etc.
- Regenerar la flora intestinal (fermentos de vegetales).
“Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy en el mundo, dicho esto, escupió en tierra, e hizo lodo con la saliva, y untó con el lodo los ojos del ciego, y le dijo: Ve a lavarte en el estanque de Siloé (que traducido es, Enviado). Fue entonces, y se lavó, y regresó viendo.”
Juan 9: 5-7
NOTA: Recuerda que cada organismo es diferente, por lo que la dosis y la frecuencia de las terapias requieren ser personalizadas.
5TO PASO:
Nutrir, oxigenar y energizar el organismo mediante:
- Meditación y relajación mental constantes.
- Alimentación vegetariana abundante en jugos naturales (2-8 vasos diarios según el grado de intoxicación), frutas y verduras frescas de temporada de la región libres de agroquímicos (o neutralizados con sulfato de magnesio o sal de Epson).
- Complementarse con los siguientes nutrientes: Amigdalina (B17), Iodo vegetal (algas), azufre vegetal (concentrados de ajos y cebollas), potasio vegetal (apio, cilantro, perejil, etc.), magnesio natural (cacao orgánico), ácido alfa lipídico, acetil-L-carnitina, oxígeno líquido (junto con los jugos), polipéptidos de bajo peso molecular de los órganos enfermos (terapia celular u organoterapia), vitamina C natural de fácil absorción, vitamina D natural, vitamina E natural (mezcla de tocoferoles y tocotrienoles), arginina por la noche, lisina por la mañana.
- Usar aceites esenciales para calmar la mente: incienso sacra, geranio, jazmín, rosa, lavanda, azahar, romero, etc.
“Y junto al arroyo, en su ribera de una parte y de otra, crecerá todo árbol de comer: su hoja nunca caerá, ni faltará su fruto: a sus meses madurará, porque sus aguas salen del santuario: y su fruto será para comer, y su hoja para medicina.”
Ezequiel 47:12
6TO PASO:
Soportar la crisis curativa.
El proceso de autocuración implica la expulsión de las toxinas endógenas (producidas en el interior por estados de tensión nerviosa) y exógenas (ingresadas del exterior al interior del cuerpo, ejemplo: comida chatarra, contaminantes industriales, etc.).
Durante este proceso los microorganismos presentan una mayor actividad para tal función, lo que produce síntomas que muchos ven como molestos (infección, fiebre, diarrea, catarro, inflamaciones y/o abscesos en regiones en reparación, sangrados nasales y/o menstruales abundantes, etc.). Sin embargo, este proceso es necesario para regresar al equilibrio funcional del organismo.
“Gracias a los microbios, mi cuerpo puede ser renovado y reestructurado”
7MO PASO:
Tener mucha paciencia y no volver a cometer el mismo error que te llevó al desequilibrio inicial.
“Amémonos mutuamente como Dios nos ama, de esta manera mantendremos nuestra sangre saludable y limpia”.
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Me agrada todos los procesos k tienes para estar mejor como físicamente como mentalmente
Un placer servirte y compartir información de utilidad para tu vida.
Todo la informacion es interesante…gracias
Un gran placer compartir y servirles, bendiciones.